Algunas sectas Taoístas de la Dinastía Ming creían que una de las maneras de conseguir una extrema longevidad y hasta la inmortalidad era la copulación con vírgenes, especialmente con vírgenes jóvenes. Esta creencia ha sido criticada y censurada por parte de la mayoría de las escuelas Taoístas como “Seudo-Ta” o “No-Tao”.
Algunos libros sexuales tales como e Hsuan wei Hshin and Sang Fen Tan Cheueh, escritos respectivamente por Zhao Liangpi y Zhang Sanfeng, denominan a la pareja femenina como Ding, originalmente una caldera de bronce con tres patas utilizada en la práctica de la alquimia, y explican que la Ding mas perfecta es una de 14, 15 o 16 años justo antes de su primera menstruación. De hecho, incluso se avanzo en dicha área, llegándose a dividir a Ding en tres grandes grupos:
El primer grupo o grupo más bajo, mujeres entre 21 y 25
El segundo grupo o grupo medio, mujeres vírgenes con menstruación entre los 16 y los 20
El Tercer grupo o grupo más alto, mujeres de 14 años premenstruales
Todos estos preceptos, si seguidos, se creía, por parte de algunas sectas, llegaban a proporcionar la inmortalidad.
De acuerdo con G Hong, un alquimista taoísta del Siglo IV “aquellos que busquen la inmortalidad deben perfeccionar las esencias absolutas. Estas consisten en la acumulación de Jing, la circulación del Qi y el consumo de la gran medicina” Como es obvio en el texto, el primer precepto derivaba de la observación sexual del Jing. Ge Hon, no obstante también explica que le parece una tontería la creencia de que únicamente la práctica sexual puede acercarnos a la inmortalidad, y que algunos de los antiguos mitos sobre las artes sexuales se habían malinterpretado y exagerado. De hecho, las artes sexuales debían ser practicadas de manera conjunta con la alquimia para alcanzar la inmortalidad. Ge Hong también mencionaba que podían ser peligrosas si se practicaban de manera incorrecta.
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