LA FAMOSA PARADOJA
La famosa paradoja del gato de Schrödinger parte de los principios de la física cuántica, y termina con la extravagante conclusión de que un gato puede estar a la vez en dos estados físicos – uno en el que el gato está vivo y otro muerto. En la vida real, sin embargo, los grandes objetos tales como gatos, claramente no están en una superposición de dos o más estados, y esto es una paradoja que normalmente se resuelve en términos de la decoherencia cuántica. Pero ahora, físicos de Canadá y Suiza defienden que, incluso si pudiese evitarse la decoherencia, la dificultad de hacer medidas perfectas evitaría que confirmásemos la superposición del gato.
Erwin Schrödinger, uno de los padres de la teoría cuántica, formuló su paradoja en 1935 para destacar el aparente absurdo del principio de superposición cuántico – que un objeto cuántico no observado esté simultáneamente en múltiples estados. Ideó una caja negra que contenía un núcleo radiactivo, un contador Geiger, un vial de gas venenoso, y un gato. El contador Geiger está preparado para liberar el gas venenoso, matando al gato, si detecta cualquier radiación procedente de la desintegración nuclear. El espeluznante juego se desarrolla de acuerdo con las reglas de la mecánica cuántica, debido a que la desintegración nuclear es un proceso cuántico.
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