PARTICULAS ELEMENTALES EN EL CEREBRO
El experimento realizado en la Universidad de Paris por el físico Alain Aspect en 1982, sobre el comportamiento de las partículas subatómicas, descubrió que en ciertas circunstancias son capaces de comunicarse al instante, sin importar la distancia que hay entre ellas, desafiando las leyes de la relatividad donde postulan que nada puede moverse a mas allá de la velocidad de la luz.
La importancia de este experimento, viola el principio sostenido por mucho tiempo por Einstein y provoca una revisión profunda en las teorías actuales, buscando resolver este “problema” que desafía los pilares científicos actuales.
Si descendemos al nivel de las partículas elementales que conforman el universo, todo esta unido e interconectado, la separación que sentimos es provocada por la interpretación (inevitable) de nuestro cerebro. Pribram, postula que este construye matemáticamente la realidad, según las lecturas recibidas por los órganos sensoriales. Con estas lecturas de las interferencias de onda, que al igual que el rayo láser en una fotografía holografía, interpreta la realidad como algo tridimensional, responde produciendo una imagen, una sensación, un pensamiento o una emoción.
“David Bohm, eminente físico teórico y antiguo colaborador de Einstein, sugiere que percibimos del mundo sólo un pequeñísimo fragmento de la realidad. Denomina aquello que percibimos como lo “no desplegado” u “orden explicado”. Estas percepciones surgieron como formas especiales de una matriz mucho más grande. Aplica a esta última la denominación de “plegada” u “orden implicado”.
Para Bohm, en la teoría holográfica, cada fragmento de energía y de materia representa un microcosmos que contiene el todo
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